Parece un extraño país en el que vivimos, donde, sectores conservadores y homofóbicos salen a las calles organizando una campaña en contra de contenidos para ellos “nocivos” presentes en el actual currículo nacional, que ha generado desinformación en la población. La igualdad de género impartida a través de la educación construye una sociedad más razonable, libre, de mentalidad abierta y sobre todo más humana y llena de oportunidades. En una época, en el cual, la sociedad peruana necesita: liberarse de estereotipos sexuales y de género, del yugo inquisidor de quienes pretenden imponer como debe ser el pensamiento y la vida de la gente. 

En la actualidad, nuestras escuelas no son espacios de respeto ni garantizan la seguridad e integridad de los niños y adolescentes, una responsabilidad del estado. Asimismo, no hay una mejor forma de rebatir las mentiras que con estadísticas. Siete de cada 10 escolares sufren acoso por su orientación sexual según Promsex. Además, en el periodo 2013-2016 se han registrado 2,489 casos de bullying en las escuelas y el 10% de las víctimas reveló haber recibido insultos como maricón y marimacha. Es a ello, que tiene un enfoque el currículo nacional en promover un la igualdad de género, que reconoce la diferencia biológica entre hombres y mujeres pero que tienen una igualdad de derechos y oportunidades. Para estas personas, cuya comprensión y empatía hacia el prójimo está bajo cero, no hay mayor lacra que el homosexualismo y en esa ceguera obcecada, parecen no darse cuenta de lo significativo que resulta su obsesión con ese único “pecado” dejando de lado todos los demás.

El estudiante tiene que ser capaz de respetar las diferencias dentro y fuera de las aulas, y sobre todo ser feliz sin más perjuicios. Entonces, no se hace referencia a una “ideología” como han venido mencionado los grupos conservadores, quienes han tenido el descaro de acusar al gobierno de promover la promiscuidad y homosexualidad. El homosexualismo, como el heterosexualismo está en la esencia misma de las personas como el color de piel, el tono de voz, el tipo de cabello, y que algún día los que se oponen a ello saliendo con carteles, terminen reconociendo las diferencias, porque al final todos somos de una sola identidad: Humana.

El documento tomo años para su elaboración y recoge la opinión de docentes, padres y especialistas.Nada se ha elaborado a espaldas de la población y su único objetivo es encaminarnos a una sociedad que todos queremos y merecemos, en donde no se discrimine, donde los roles no sean impuestos por perjuicios o estereotipos, llena de oportunidades y con igualdad ante la ley.